El gato montés tiene la apariencia de un gato doméstico atigrado de tamaño grande, de unos 540 mm de longitud corporal. Es un gato robusto, con patas relativamente cortas y una cabeza voluminosa. Destacan en ella los bigotes densos de apariencia caída, el rostro relativamente plano y el hocico de color carne. El pelaje es en general pardo-grisáceo, con diversas rayas negras distribuídas por cabeza, cuello y extremidades.