A menor altitud que la otra Abaurrea, tiene una temperatura media anual que ronda los 9ºC, siendo los inviernos menos rigurosos y los veranos algo más cálidos, salvo en las partes altas de su término municipal. La vegetación originaria, formada sobre todo por hayas, pinos y robles ha sido tan modificada por el hombre que los bosques no suponen ni el 30% de la superficie municipal.
Para apreciar mejor su entorno se recomienda remontar alguno de los caminos nuevos que se dirigen al monte, y ganar un poco de altura. Desde allí podremos ver el sistema de pequeñas ocupaciones y usos de la vida rural -leñeras, bordales, silos y cobertizos-.
En la entrada cuenta, como los demás pueblos, con su crucero del XVI mochado en alguno de los avatares guerreros del XIX.
Su iglesia de San Martín de Tours posee un bonito retablo, y en su interior una reja que separa el altar de la zona de los fieles, particularidad perdida en el resto de las iglesias aezkoanas.
En un hermoso paraje llamado Errotaldea, podemos encontrar un molino.
En Abaurrepea-Abaurrea Baja están las ruinas de una casa llamada de la Inquisición, en la que algunos aseguran haber visto restos de máquinas de tormento.